La sibila es un personaje de la mitología griega y romana, también presente en las tradiciones cristianas y en el judaísmo de los siglos I a. C. a I d. C. Se trataba de una profetisa, capaz de conocer el futuro. La tradición de la que surge cuenta que la sibila era una mujer, hija de Príamo. Apolo se enamora de ella y por eso, le regala los dones de la profecía pero al ésta rechazarle, Apolo la castiga a que sus predicciones no fueran escuchadas.
El primer escritor que comienza a hablar de la sibila es Heráclito (s. V a. C), con la sibila Herófila, que profetizó la Guerra de Troya. Al principio, ésta era la única sibila de la que se hablaba pero con el paso del tiempo, se amplío el número de sibilas, cuyos nombres dependían de la ciudad de origen de la que provenían. En la mitología romana, la sibila más importante y por tanto, la más conocida era la sibila Cumea, caracterizada por haber vivido nueve vidas humanas de ciento diez años cada una (deseo que le concedió Apolo). En la época del Renacimiento, Miguel Ángel pintó la Capilla Sixtina y en ésta dibujó los cinco profetas con las cinco sibilas más representativas de la época (eritrea, pérsica, líbica, cumana y délfica). La introducción de la sibila en el cristianismo se produjo por la intensa relación que tiene ésta con el concepto bíblico del juicio final, ya que como he indicado anteriormente, la labor de la sibila es profetizar y evidentemente, el juicio final tiene carácter profético y que profetizó el apóstol Juan tal como habla la Biblia, en su libro del Apocalipsis. Dada su relación con el cristianismo, se origina el Canto de la Sibila, interpretada en las Misas del Gallo de las iglesias de Mallorca y cuyo tema principal es el juicio final, y a la que haremos referencia en apartados posteriores.
Dicho esto, se puede observar, cómo la sibila ha ido siendo partícipe de las distintas épocas; unas, siendo más importantes que otras, pero todas ellas con el mismo fin profético. Y actualmente, siendo igual de representativa por la declaración de la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2010, siendo previamente declarada Bien de Interés Cultural por el Consejo Insular de Mallorca en 2004.
A continuación, quiero destacar a la sibila en el ámbito del teatro. Se conoce que EI drama se titula Auto de la Sibila Casandra, y es una composición de tema navideño que puede ubicarse entre los años 1512 y 1514. En él encontramos personajes de diferente clase: míticos, bíblicos y cristianos. La obra tiene su origen en un versículo del "Magnificat" -anota Maria Rosa Lida- que expresa: Deposuit potentes de sede et exaltauit humiles, frase que podría traducirse como "Depuso a los poderosos y exaltó a los humildes". A partir de este versículo, Gil Vicente, su autor, crea una obra teatral que lo explica y deja una enseñanza a los espectadores. El asunto es que Casandra (la sibila) no acepta la proposición matrimonial del Rey Salomón porque según ella, está convencida de que ésta será la que traerá a Jesucristo en su vientre. En la obra, cabe destacar los bailes y trabajos musicales que realizan Moisés, Abraham e Isaías ante el nacimiento de Dios. Todo ello es realizado para adaptar el asunto teatral al público y aunque hoy en día nos parezca desconcertante ver a Moisés bailando, en aquella época (s. XVI) no lo era y le permitía al autor acercar y hacer más comprensible la obra a los espectadores. La gracia de este teatro reside en la variedad de personajes que representa y la forma en que los adapta a la forma de ver e idiosincrasia del pueblo. Así, el mensaje sería captado claramente por el público: La sibila con su soberbia, se había sentido como la elegida. Dicho con otras palabras: el orgullo no conoce a nada, sólo la humildad distingue a los grandes espíritus. Por eso, Dios le da ese privilegio a María.
EL CANTO
Se trata de un canto profético intimidatorio, sobre la llegada del Mesías y el fin de los tiempos. Proviene de un acróstico griego del s IV. Históricamente encontramos documentos en varias sitios del Mediterraneo en latín y a partir del siglo XII aparecerán las primeras versiones en lengua catalana, estas versiones no estaban traducidas directamente del latín, sino que se tomo de una adaptación, así vemos la popularidad de la que gozo el canto. Originariamente, lo realizaban presbíteros, siendo sustituidos por niños y mujeres. Se realizaba con música gregoriana pero gracias a la transmisión oral del canto, dio lugar a la transcripción de la partitura. El canto se realiza la noche de navidad, antes de la “misa del gallo” (conocidos como “Maitines”). Al principio se encontraba dentro de la misa después se excluyó de esta. Es una de las dramatizaciones más costumbristas y tradicionales del ciclo de Navidad, especialmente en Mallorca y Cataluña. Su representación actual, consta del “Cantor” quien con una espada empuñada a la altura de la cabeza, narra las profecías acompañado de dos monaguillos y un órgano, transmiten la atmósfera terrorífica sobre los fieles. Está basado en el miedo, creando una necesidad innata de sobreponerse con la esperanza, lo que aprovecha para recordar la cercanía del juicio final narrando las catástrofes implicadas en el Apocalipsis, para ello se utiliza un tono severo y amenazador, aunque ya en la última estrofa se revela el nacimiento de Jesús el cual mantiene alejado ese último día. Por su importancia desde el medievo ha sido considerado como Patrimonio de la Humanidad.
BIBLIOGRAFÍA
Definición e historia de la sibila: http://es.wikipedia.org/wiki/Sibila
Canto de la sibila:
Auto de Gil Vicente: http://letras-uruguay.espaciolatino.com/aaa/gonzalez_rouco_maria/un_auto_de_gil_vicente.htm
Aarón Josué Rivero Rivas
No hay comentarios:
Publicar un comentario